Un centro de mecanizado es la evolución de la conocida fresadora industrial. La fresadora se encarga de hacer surcos de precisión milimétrica en materiales como el acero o la madera y sobre diferentes superficies. Así, los centros de mecanizado hacen el mismo trabajo pero con un resultado más preciso puesto que son una consecuencia de la revolución industrial tecnológica que estamos viviendo en las últimas décadas.

Tienen las siguientes características generales:

  • Ya que son un producto de la Revolución Industrial, la mecanización de estos procesos acelera el tiempo de acabado de los materiales lo que permite terminar mayor número de objetos fabricados en menor tiempo.
  • Es bastante sencillo, si se conoce cómo hacerlo, cambiar de una función a otra gracias a la digitalización de los centros.
  • Un mismo centro puede crear diferentes y complejas piezas que después se utilizarán en otro momento.
  • El tiempo estimado por pieza es siempre el mismo, se puede calcular la producción de las mismas. Por otro lado este tiempo cada vez se acorta más por la evolución de las tecnologías participantes en la fabricación.
  • Las piezas salen con un acabado impecable de la misma máquina, apenas necesitarán un corto pulido posterior para su utilización en otro lugar diferente.

No podemos olvidar que los centros de mecanizado se obtienen para usos claramente industriales, por lo que los materiales que deberemos usar en ellos deben ser rígidos, que no se dilaten fácilmente con la aplicación de calor y que además tengan una alta conductividad térmica.